Teorias del origen de la vida pdf
Estudiar el origen de la vida exige comprender cómo y por qué determinadas reacciones químicas en la materia inorgánica pueden ser capaces de producir vida. Se trata de un estudio interdisciplinar que abarca partes de la biología, la química y la física. La teoría del “mundo del ARN” afirma que la vida pudo comenzar con moléculas de ARN (ácido ribonucleico), capaces de autorreplicarse y catalizar reacciones. Con el tiempo, estas moléculas evolucionaron hasta hacerse más complejas. Esta teoría cuenta con algunas pruebas que la apoyan. La teoría del “mundo del ARN” es la más aceptada en la actualidad sobre el origen de la vida.
Las principales teorías son la teoría de la panspermia, la teoría de que la vida comenzó en el hielo, la teoría de que la vida comenzó en la arcilla, la teoría del “mundo del ARN” sobre el origen de la vida, la teoría de Oparin-Haldane sobre el origen de la vida y la teoría de que la vida comenzó en los respiraderos de aguas profundas.
La teoría de Oparin-Haldane propone que la vida surgió a partir de materia inorgánica mezclada con otros compuestos (lo que se conoce como la sopa primordial) en una atmósfera carente de oxígeno (reductora) y evolucionó gradualmente hasta convertirse en organismos más complejos.
¿Cuáles son las diferentes teorías sobre el origen de la vida?
Creación divina, evolución, generación espontánea y cosmogénesis son las cuatro teorías examinadas.
¿Cuáles son las 5 principales teorías sobre el origen de la vida?
De hecho, podemos distinguir cinco teorías que Darwin combinó: la evolución como tal, la descendencia común, el gradualismo, la multiplicación de las especies y la selección natural.
¿Cuáles son las 3 teorías que explican el origen de la vida?
La hipótesis Oparin-Haldane, el experimento Miller-Urey y el mundo del ARN.
5 teorías sobre el origen de la vida
En la lengua vernácula estadounidense, “teoría” suele significar “hecho imperfecto”, que forma parte de una jerarquía de confianza que va de los hechos a las teorías, pasando por las hipótesis y las conjeturas. De ahí la fuerza del argumento creacionista: la evolución es “sólo” una teoría y en la actualidad se debate intensamente sobre muchos de sus aspectos. Si la evolución es peor que un hecho, y los científicos ni siquiera pueden decidirse sobre la teoría, ¿qué confianza podemos tener en ella? De hecho, el Presidente Reagan se hizo eco de este argumento ante un grupo evangélico en Dallas cuando dijo (en lo que espero fervientemente que fuera retórica de campaña): Bueno, es una teoría. Es sólo una teoría científica, y en los últimos años ha sido cuestionada en el mundo de la ciencia, es decir, la comunidad científica ya no la considera tan infalible como antes”.
El segundo punto es que la teoría de la evolución de Darwin no dice nada sobre el “origen de los seres vivos”, es decir, sobre cómo empezó la vida en la Tierra. El propio Darwin pensó que la vida podría haber surgido “en algún pequeño estanque cálido”. Durante gran parte del siglo XX, la investigación sobre el origen de la vida ha tratado de entender cómo las interacciones espontáneas entre moléculas relativamente simples de la sopa primordial y el mundo prebiótico pudieron formar el último ancestro común de la vida. La investigación sobre el origen de la vida se basa en tres descubrimientos importantes: las pequeñas moléculas básicas de la vida pueden fabricarse en condiciones prebióticas plausibles (el experimento de Urey-Miller); los fosfolípidos forman espontáneamente bicapas lipídicas, la estructura básica de una membrana celular; y por último, pero no por ello menos importante, las moléculas aleatorias de ARN pueden seleccionarse por su capacidad de producir más de sí mismas (ribozimas). Así que la próxima vez que le pregunten por la evolución y el diseño inteligente puede evitar los temas más candentes -la falta de apoyo científico objetivo y la separación de la Iglesia y el Estado- y, en su lugar, tomar el terreno filosófico y hablar de la importancia de conocer la diferencia entre teorías y hechos y de por qué el darwinismo y la evolución no tienen nada que ver con cómo surgieron los seres vivos, sólo con lo que ocurrió una vez que estuvieron aquí.
Teorías sobre el origen de la vida ensayo
El campo de estudio que se ocupa de los orígenes de la vida no cuenta con un consenso para una teoría del origen de la vida. Un análisis del abanico de teorías ofrecidas muestra que comparten algunas características comunes que pueden ser predictores fiables a la hora de considerar los posibles orígenes de la vida en otro planeta. El dato fundamental que trata de los orígenes de la vida es que ésta apareció muy pronto en la historia de la Tierra, probablemente antes de 3,5 Ga y posiblemente antes de 3,8 Ga. Lo que podría denominarse la teoría estándar (la teoría de Oparin-Haldane) postula la producción de moléculas orgánicas en la Tierra primitiva, seguida de reacciones químicas que produjeron un aumento de la complejidad orgánica que desembocó finalmente en vida orgánica capaz de reproducirse, mutar y seleccionarse utilizando materia orgánica como nutrientes. Otra clase de teorías (las teorías de la panspermia) sugieren que la vida llegó a la Tierra procedente de otros lugares; estas teorías reciben cierto apoyo de trabajos recientes sobre los procesos de impacto planetario. Otras alternativas al modelo estándar sugieren que la vida surgió como una forma inorgánica (arcilla) y/o que la fuente de energía inicial no fue la materia orgánica, sino la energía química o la luz solar. En nuestra opinión, todo el abanico de teorías actuales sugiere que el agua líquida es el criterio ambiental por excelencia tanto para el origen como para el sustento de la vida. Por lo tanto, es interesante que durante la época en que apareció la vida en la Tierra tengamos pruebas de la presencia de agua líquida en la superficie de Marte.
Teorías sobre el origen de la vida debate biológico
Las etapas del origen de la vida van desde las bien comprendidas, como la Tierra habitable y la síntesis abiótica de moléculas simples, hasta las más desconocidas, como la derivación del último ancestro común universal (LUCA) con sus complejas funcionalidades moleculares[1].
En biología, la abiogénesis (de a- ‘no’ + griego bios ‘vida’ + génesis ‘origen’) o el origen de la vida es el proceso natural por el que la vida ha surgido a partir de materia no viva, como los compuestos orgánicos simples. La hipótesis científica predominante es que la transición de entidades no vivas a entidades vivas en la Tierra no fue un acontecimiento único, sino un proceso de complejidad creciente que implicó la formación de un planeta habitable, la síntesis prebiótica de moléculas orgánicas, la autorreplicación molecular, el autoensamblaje, la autocatálisis y la aparición de las membranas celulares. Se han hecho muchas propuestas para las distintas etapas del proceso.
El estudio de la abiogénesis pretende determinar cómo las reacciones químicas anteriores a la vida dieron lugar a la vida en condiciones sorprendentemente diferentes a las de la Tierra actual. Utiliza principalmente herramientas de la biología y la química, y los enfoques más recientes intentan una síntesis de muchas ciencias. La vida funciona gracias a la química especializada del carbono y el agua, y se basa en gran medida en cuatro familias clave de sustancias químicas: los lípidos para las membranas celulares, los hidratos de carbono como los azúcares, los aminoácidos para el metabolismo de las proteínas y los ácidos nucleicos ADN y ARN para los mecanismos de la herencia. Cualquier teoría exitosa de la abiogénesis debe explicar los orígenes y las interacciones de estas clases de moléculas. Muchos enfoques de la abiogénesis investigan cómo llegaron a existir las moléculas autorreplicantes o sus componentes. En general, los investigadores piensan que la vida actual desciende de un mundo de ARN, aunque otras moléculas autorreplicantes pueden haber precedido al ARN.