Escepticismo local
El escepticismo filosófico es una forma importante de escepticismo. Rechaza las afirmaciones de conocimiento que parecen ciertas desde la perspectiva del sentido común. Las formas radicales de escepticismo filosófico niegan que “el conocimiento o la creencia racional sean posibles” y nos instan a suspender el juicio sobre muchas o todas las cuestiones controvertidas. Las formas más moderadas afirman únicamente que no se puede saber nada con certeza, o que podemos saber poco o nada sobre cuestiones no empíricas, como si Dios existe, si los seres humanos tienen libre albedrío o si hay vida después de la muerte. En la filosofía antigua, el escepticismo se entendía como una forma de vida asociada a la paz interior.
El escepticismo ha sido responsable de muchos avances importantes en la ciencia y la filosofía. También ha inspirado varios movimientos sociales contemporáneos. El escepticismo religioso aboga por dudar de los principios religiosos básicos, como la inmortalidad, la providencia y la revelación[4]. El escepticismo científico aboga por poner a prueba la fiabilidad de las creencias, sometiéndolas a una investigación sistemática mediante el método científico, para descubrir pruebas empíricas de las mismas.
Teoría escéptica del conocimiento
Los puntos de vista filosóficos suelen calificarse de escépticos cuando plantean cierto grado de duda sobre afirmaciones que en otros lugares se dan por sentadas. Se pueden distinguir dos tipos de escepticismo, según el enfoque y el alcance de la duda.
En cuanto a la primera, las opiniones escépticas suelen tener una forma epistemológica, en el sentido de que se centran en el estatus epistémico de determinadas creencias. Por ejemplo, una variedad común del escepticismo se refiere a nuestras creencias sobre el pasado y argumenta que tales creencias carecen de un estatus epistémico positivo – que no están justificadas, o no son racionales, o no pueden constituir conocimiento (y quizás incluso las tres cosas). Cuando el escepticismo no tiene este enfoque epistemológico, tiende a ser de tipo ontológico, en el sentido de que se dirige a las creencias sobre la existencia de alguna entidad supuestamente problemática, como el yo o Dios. En este caso, el objetivo del escepticismo no es tanto el supuesto conocimiento de esas entidades (aunque también puede serlo), sino la afirmación de que existen.
Ejemplos de hipótesis escépticas
En esta importante obra, Carolyn Dever considera la ambivalencia u hostilidad que muchas feministas sienten hacia la teoría, argumentando que un escepticismo fundamental hacia la abstracción ha sido vital para el desarrollo del movimiento. Potente, esclarecedor y galvanizador, Feminismo escéptico traza las estrategias que el movimiento de mujeres ha utilizado para hacer que la teoría importe, y apunta hacia un nuevo enfoque, políticamente comprometido, del pensamiento feminista.
Feminismo escéptico es el primer libro que explora intelectualmente un tema de extraordinaria importancia: la tensión aparentemente inherente entre la elaboración de la teoría feminista y el feminismo popular. Dever realiza un trabajo magistral relacionando la importancia de las luchas teóricas feministas con la historia del feminismo.
Carolyn Dever es profesora asociada de inglés y directora en funciones de estudios sobre la mujer en la Universidad de Vanderbilt. Es autora de Death and the Mother from Dickens to Freud (1998) y coeditora (con Margaret Cohen) de The Literary Channel (2002).
Skeptical Feminism es el primer libro que explora intelectualmente un tema de extraordinaria importancia: la tensión aparentemente inherente entre la elaboración de teorías feministas y el feminismo popular. Dever realiza un trabajo magistral relacionando la importancia de las luchas teóricas feministas con la historia del feminismo.
Teoría escéptica de la globalización
Los escépticos son muy variados. Algunos tienen objetivos limitados. Algunos niegan sólo que tengamos conocimiento de lo que está bien y lo que está mal. Otros niegan sólo que tengamos conocimiento sobre el futuro. Pero algunos escépticos son más ambiciosos y tienden una red más amplia. Los escépticos globales niegan que podamos tener conocimiento alguno [1] e incluso pueden negar que sepamos si el escepticismo es cierto. Un escepticismo tan radical está destinado a provocar burlas. Parece poco realista, poco práctico e incluso autorrefutante. De hecho, muy pocos filósofos han sido escépticos globales. Pero incluso los anti-escépticos se han enamorado de este punto de vista, viéndolo (y sus posibles refutaciones) como una forma de entender mejor lo que es tener conocimiento en primer lugar.
Nuestra atención se centrará en un tipo particular de escepticismo -uno que no llega al escepticismo global, pero que niega que sepamos mucho de lo que creemos saber-, junto con un estilo particularmente prominente de argumentación a su favor[2]. [A continuación estudiaremos dos respuestas influyentes a esta forma de escepticismo.