La teoría de los esquemas de género de sandra bem después de 34 años una revisión de su alcance e impacto
Martin y Halverson (1981) propusieron la teoría del esquema de género. Sugirieron que la percepción y el desarrollo de la identidad de género de un niño se derivan de un patrón de pensamiento particular denominado esquema. Combina la teoría del desarrollo cognitivo y la teoría del aprendizaje social. Como la mayoría de los niños desean pertenecer a un grupo, empiezan a identificarse con su grupo de pertenencia, lo ven positivamente y buscan información sobre cómo comportarse más como los miembros de su grupo, mientras que ven negativamente a los que no pertenecen a él.
La teoría de los esquemas de género está influida por los trabajos de Jean Piaget, que describió por primera vez los esquemas como pequeñas “bolsas” de información que tenemos sobre determinados temas. Combina la teoría del desarrollo cognitivo y la teoría del aprendizaje social para entender el desarrollo del género.
Un buen ejemplo de la teoría de los esquemas de género es cuando los niños desarrollan la capacidad de etiquetar su género y el de los demás. Estas etiquetas permiten a los niños formar grupos internos y externos, en este caso, niños y niñas. #Esto ayuda al niño a desarrollar una identidad de género, aprendiendo de los demás de su grupo las normas de su género y cómo comportarse en consecuencia. Esta construcción de grupos internos y externos también lleva a los niños a ver al grupo externo como negativo y a evitar comportamientos asociados con ese grupo.
Teoría del aprendizaje social
Desarrollada por Sandra Bem (1981, 1983), la teoría de los esquemas de género explica el desarrollo y las consecuencias de la tipificación del sexo o cómo los niños adquieren características definidas por el sexo (es decir, preferencias, habilidades, rasgos de personalidad, comportamientos y autoconceptos) que están alineadas con el género. La teoría pretende proporcionar una comprensión de cómo se desarrollan las representaciones mentales de género en la primera infancia para influir en la atención, la motivación, la percepción de la persona, la formación de impresiones y el comportamiento.
La teoría de los esquemas de género parte de la base de que, desde una edad temprana, los niños extraen de forma natural información de su entorno social, que luego codifican y organizan en redes de asociaciones mentales que les permiten dar sentido a su mundo y a sí mismos. Al hacerlo, desarrollan esquemas o estructuras cognitivas que representan información sobre el mundo y el yo; estos esquemas ayudan a organizar la información y guían la percepción, la evaluación y la codificación de nuevos…
Tipificación por género
La teoría de los esquemas de género es una teoría cognitiva del desarrollo del género que afirma que el género es producto de las normas de la propia cultura. Fue creada por la psicóloga Sandra Bem en 1981. Sugiere que las personas procesan la información, en parte, basándose en el conocimiento del género.
En su artículo de presentación de la teoría de los esquemas de género, Sandra Bem observó que el binario de género entre masculino y femenino se había convertido en una de las estructuras organizativas básicas de la sociedad humana. Como consecuencia, se espera que los niños aprendan las concepciones de género de su cultura e incorporen esas concepciones a su autoconcepto. Bem señaló que muchas teorías psicológicas hablan de este proceso, entre ellas la teoría psicoanalítica y la teoría del aprendizaje social. Sin embargo, estas teorías no tienen en cuenta lo que se aprende sobre el género y cómo se utiliza cuando se encuentra nueva información. Bem trató de subsanar esta deficiencia con su teoría. El enfoque de Bem sobre el género también se vio influido por la revolución cognitiva que tuvo lugar en la psicología en las décadas de 1960 y 1970.
Roles de género
La teoría de los esquemas de género predice que, basándose en una comprensión rudimentaria del género (por ejemplo, autoetiquetado), los niños invocarán esquemas de género en el procesamiento de la información. En los niños mayores, un indicio del procesamiento esquemático es la memoria diferencial para el material consistente en esquemas frente al inconsistente en esquemas. Debido a la falta de medidas apropiadas, las pruebas del uso muy temprano de los esquemas de género han sido limitadas. En el presente estudio, se utilizó la imitación provocada para evaluar el recuerdo inmediato y diferido de niñas y niños de 25 meses de secuencias que representaban actividades estereotipadas femeninas, estereotipadas masculinas y neutras desde el punto de vista del género. En las pruebas inmediatas y diferidas, las niñas mostraron niveles equivalentes de recuerdo de los 3 tipos de secuencias. Los chicos recordaban mejor las secuencias estereotipadas masculinas que las femeninas, mientras que las secuencias neutras en cuanto al género eran equivalentes a las estereotipadas masculinas. Los resultados indican que, al menos en el caso de los niños, el uso de esquemas de género es evidente a los 25 meses de edad. Se discuten las posibles explicaciones de la ausencia de un efecto claro en las niñas.