Saltar al contenido

Teoria del enamoramiento de freud

La psicologia del amor sigmund freud pdf

Si dividimos aún más estos dos enfoques, existen muchos factores biológicos, sociológicos, psicológicos y culturales diferentes que influyen en la selección de la pareja. Sobre esta base, se han desarrollado varias teorías diferentes.

Analicemos ahora las teorías más populares para hacernos una idea general de todos los factores que pueden influir en que una persona se enamore de ti o no. Es de esperar que conociendo todos estos factores puedas mejorar tus probabilidades siendo más atractivo.

La teoría sociobiológica se centra exclusivamente en la descendencia. En este sentido, los hombres buscan mujeres jóvenes, sanas y atractivas, que produzcan hijos sanos y cuiden de ellos (todo lo que implica fertilidad). También buscan mujeres sexualmente conservadoras, para mitigar el riesgo de criar la descendencia de otro hombre.

Las mujeres, por su parte, buscan hombres sanos y fuertes que la protejan a ella y al niño, y hombres ambiciosos con un estatus social y económico alto (todo eso implica un buen proveedor). El estatus social y económico representa la capacidad de un hombre para invertir recursos en un hijo.

¿Se casó Sigmund Freud con su madre?

Durante las sesiones de asesoramiento o psicoterapéuticas, hay muchas personas que presentan a su pareja como su amor y compañero absoluto, mientras que la critican, a su vez, por su incompetencia con respecto a la gratificación o provisión de los deseos sexuales o románticos anticipados. Muchos de ellos pueden describir a su pareja como asexual, hipoactiva o deshonesta, mientras que su propio disgusto o celos pueden tener su raíz en un desajuste entre los anhelos sensuales y los anhelos espirituales. Ahora puede surgir la pregunta de si el objeto sexual es igual al objeto amoroso, o si son cosas distintas con intenciones y tareas diferentes. Desde el punto de vista del desarrollo, mientras que el objeto sexual puede o no ser al mismo tiempo un objeto de amor, el objeto de amor no puede ser otra cosa que un elemento último derivado de la pulsión sexual, aunque en una forma más sublimada. Si vemos el objeto sexual y el objeto amoroso como elementos no similares con diversas líneas de meta, tal distinción puede ayudar a los pacientes a lograr una mejor comprensión con respecto a sus juicios, conflictos relacionados con el objeto y ambivalencias, lo que posiblemente guiará sus expectativas hacia objetivos más realistas y menos desconcierto con respecto a sus constantes disgustos.

  Teoria de la dependencia

Freud citas de amor

El amor y el odio como fuerzas coexistentes se han explorado a fondo en la literatura del psicoanálisis[1], partiendo de la conciencia de su coexistencia en la cultura occidental, que se remonta al “odi et amo” de Catulo[2] y al Simposio de Platón[3].

Sigmund Freud tomó prestado el término ambivalencia para indicar la presencia simultánea de amor y odio hacia el mismo objeto[4]. Aunque las raíces de la ambivalencia se remontan a la lactancia materna en la etapa oral, también se reforzaba durante el entrenamiento para ir al baño[5]. Seguidores de Freud como Karl Abraham y Erik H. Erikson distinguieron entre una subfase temprana sin ambivalencia alguna hacia el pecho materno, y una subfase oral-sádica posterior en la que surge la actividad de morder y aparece por primera vez el fenómeno de la ambivalencia[6]. El niño está interesado en gratificaciones tanto libidinales como agresivas, y el pecho materno es al mismo tiempo amado y odiado.

Mientras que durante las etapas preedípicas los sentimientos ambivalentes se expresan en una relación diádica entre la madre y el niño, durante el conflicto edípico la ambivalencia se experimenta por primera vez en un contexto triangular que implica al niño, la madre y el padre. En esta etapa, tanto el niño como la niña desarrollan sentimientos negativos de celos, hostilidad y rivalidad hacia el progenitor de su mismo sexo, pero con mecanismos diferentes para los dos sexos. El apego del niño hacia su madre se hace más fuerte, y empieza a desarrollar sentimientos negativos de rivalidad y hostilidad hacia el padre. El niño desea destruir al padre para convertirse en el único objeto de amor de su madre. Por otro lado, la niña inicia una relación amorosa con su padre. La niña ve a la madre como una competidora por el amor del padre, por lo que empieza a sentir hostilidad y celos hacia ella. Los sentimientos negativos que surgen en esta fase coexisten con el amor y el afecto hacia el progenitor del mismo sexo y dan lugar a una ambivalencia que se expresa en sentimientos, comportamientos y fantasías[7]. Los sentimientos negativos son una fuente de ansiedad para la niña, que teme que el progenitor del mismo sexo se vengue de ella. Para mitigar la ansiedad, el niño activa el mecanismo de defensa de la identificación y se identifica con el progenitor de su mismo sexo. Este proceso conduce a la formación del Super-Ego.

  Teoria cognitiva de beck

Psicoanálisis del amor

Kendra Cherry, MS, es autora de “Everything Psychology Book (2nd Edition)” y ha escrito miles de artículos sobre diversos temas de psicología. Kendra tiene una Maestría en Ciencias de la Educación de la Universidad Estatal de Boise con un interés principal de investigación en psicología de la educación y una Licenciatura en Ciencias en psicología de la Universidad Estatal de Idaho con cursos adicionales en el uso de sustancias y manejo de casos.

El contenido de Verywell Mind es rigurosamente revisado por un equipo de verificadores de hechos cualificados y experimentados. Los verificadores de hechos revisan los artículos para comprobar su exactitud, relevancia y actualidad. Nos basamos en las fuentes más actuales y reputadas, que se citan en el texto y se enumeran al final de cada artículo. El contenido se comprueba una vez editado y antes de su publicación. Más información.

  Teoria de heraclito filosofia

La teoría de Eros y Tánatos de Sigmund Freud, también conocida como la teoría de las pulsiones de vida y muerte, evolucionó a lo largo de su vida y su carrera. Inicialmente, describió una clase de pulsiones conocidas como instintos vitales que, en su opinión, eran responsables de gran parte de nuestro comportamiento. Sin embargo, con el tiempo, Freud llegó a la conclusión de que los instintos vitales por sí solos no podían explicar todo el comportamiento humano.

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad