Ley de uniformidad mendel
La herencia era poco conocida en general, y el concepto de gen no existía en absoluto. Sin embargo, al monje austriaco Gregor Mendel no le convencían las explicaciones tradicionales de cómo se transmitían los rasgos de una generación a otra.
Entre las muchas especies sobre las que trabajó Mendel, seleccionó el guisante porque las plantas y las semillas tienen una amplia gama de rasgos distintivos que se presentan en dos formas fácilmente identificables (por ejemplo, la forma de la semilla: redonda o arrugada; la altura de la planta: alta o baja).
La flor del guisante es otra característica útil de estas plantas, ya que garantiza que las flores de las plantas hibridadas y parentales estén protegidas de cualquier polen extraño. El periodo de crecimiento relativamente corto es otra ventaja, lo que significa que no había que esperar mucho para ver los resultados.
A lo largo de ocho años, Mendel estudió los rasgos de los guisantes de uno en uno y cruzó variantes para registrar sistemáticamente cómo se transmitían los rasgos de una generación a la siguiente: una tarea descomunal en la que participaron aproximadamente 28.000 plantas de guisantes.
El estudio de Mendel arrojó resultados sorprendentes y descubrió patrones de herencia muy similares para los siete rasgos que estudió. También identificó una fórmula matemática coherente que explicaba la frecuencia con la que aparecía cada rasgo y observó rasgos dominantes y recesivos.
Primera ley de Mendel
El campo de la genética nació gracias a los meticulosos estudios realizados en el jardín de un monasterio por un monje del siglo XIX, Gregor Mendel. Las leyes que propuso explicaban los modos de herencia de los rasgos característicos transmitidos de generación en generación, como el color de la flor de una planta de guisantes. Aunque pasarían muchos años antes de que se introdujera el término gen y se ha aprendido mucho desde sus observaciones iniciales, las leyes han resistido nuestros avances y nuestra comprensión de la biología, con algunas excepciones interesantes. Gregor Mendel propuso tres leyes que explican la herencia de rasgos visibles a través de las generaciones: la característica de la piel de los guisantes -arrugada o lisa-, el color de la flor de una planta de guisantes -blanca, rosa, roja-, entre otros rasgos. Ahora entendemos que estos rasgos están codificados en nuestro manual de instrucciones o nuestro ADN. Estos simples cambios en el fenotipo, o el rasgo que muestra un organismo, pueden explicarse a través de cambios en nuestros genes. Las leyes de Mendel incluyen la Ley de Dominancia y Uniformidad, la Ley de Segregación y la Ley de Surtido Independiente.
Regímenes mendelianos
Charles Darwin y Gregor Mendel fueron contemporáneos, pero ¿conocían el trabajo del otro? Hay pruebas evidentes de que Mendel leyó “El origen de las especies” y cada vez más pruebas de que Darwin había oído hablar del trabajo de Mendel.
Los respectivos lugares de estos dos hombres en el mundo científico de la época estaban muy alejados. La teoría de Darwin revolucionó el mundo científico cuando se publicó su famoso libro en 1859: todo el mundo hablaba de ella.
Puede haber varias razones por las que la importancia del trabajo de Mendel pasó desapercibida durante tantos años. Se podría pensar que los científicos que asistieron a su conferencia simplemente no tenían el calibre suficiente para apreciar la importancia de “las proporciones aparentemente invariables… con las que ciertos caracteres habían aparecido entre los híbridos”. Sin embargo, como se relata en la biografía seminal de Hugo Iltis, “La vida de Mendel”, aquella tarde de febrero de 1865, entre los 40 miembros de la audiencia de Mendel, muchos eran expertos en su campo.
“….G. von Niessl, astrónomo y botánico. Otros miembros de la audiencia son el profesor Makowsky, el botánico y geólogo, Nave, la autoridad en criptógamas, el Dr. Kalmus, otro experto en la misma rama de investigación, Theimer el botánico, y Czermak el químico; todos ellos son científicos capaces, ayudando a dar peso a la pequeña audiencia.” -Hugo Iltis, “La vida de Mendel
3 leyes mendelianas
La meticulosa experimentación de Johann Gregor Mendel en el cruce de plantas de guisantes dio lugar a la demostración de un mecanismo hereditario desconocido hasta entonces. Darwin se había enfrentado a este problema: ¿cómo transmitían los organismos sus rasgos a su descendencia? ¿Por qué algunos rasgos parecen transmitirse y otros no? ¿Cómo se combinan los rasgos de los padres en la descendencia, compiten o se combinan? El trabajo de Mendel ayudó a responder a estas preguntas; por desgracia, Darwin no conoció el trabajo de Mendel en vida.