Capacidad de pago del principio de imposición
El objetivo de este trabajo es realizar una revisión sistemática de los factores que configuran la moral fiscal. Se sintetiza y estructura un amplio abanico de variables explicativas aleatorias identificadas en la literatura como determinantes de la moral fiscal inspirándose en la teoría institucional.
La conclusión es que la teoría institucional ofrece una base teórica adecuada para explorar la moral fiscal. En efecto, todos los factores identificados hasta ahora como determinantes de la moral fiscal (excepto las variables de control/características sociodemográficas) pueden clasificarse como pertenecientes a instituciones formales o a instituciones informales. El factor más destacado es la confianza, ya que tanto la confianza vertical como la horizontal están relacionadas positivamente con la moral fiscal.
El resultado es una llamada a una comprensión más matizada no sólo del efecto de las instituciones formales e informales en la moral fiscal, sino también de cómo las instituciones formales e informales interactúan y se alteran mutuamente y, en consecuencia, afectan a la moral fiscal.
El documento pretende animar a los gobiernos a empezar a reconocer que, dado que la baja moral fiscal surge cuando existe una brecha entre las instituciones formales e informales, necesitan diseñar medidas políticas dirigidas a reducir esta brecha, en lugar de persistir en las medidas disuasorias.
Historia de los impuestos
Louis Kaplow es Catedrático Finn M. W. Caspersen y Household International de Derecho y Economía en Harvard, investigador asociado de la Oficina Nacional de Investigación Económica y miembro de la Academia Americana de las Artes y las Ciencias. Ha publicado numerosos trabajos sobre la teoría de la fiscalidad y la economía pública.
“Se trata de un proyecto muy ambicioso que tiene la cualidad de proponer una visión unificada de todos estos temas. Además, sobre los diversos aspectos de la fiscalidad, el lector encontrará un interesante estudio crítico y una valiosa fuente de información sobre la bibliografía y las cuestiones pendientes”-Marc Fleurbaey, Social Choice and Welfare
“Louis Kaplow aporta ideas innovadoras a las difíciles cuestiones del impuesto sobre la renta y otros instrumentos fiscales. La claridad de su escritura y la novedad de su análisis hacen que sea un placer leer este libro”-Martin Feldstein, Universidad de Harvard
“Este examen claro y perspicaz del impuesto sobre la renta y su vinculación con el análisis de otras políticas gubernamentales será informativo y valioso tanto para estudiantes como para investigadores” -Peter Diamond, Massachusetts Institute of Technology
Buen sistema fiscal
En economía pública existen varias teorías sobre la fiscalidad. Los gobiernos a todos los niveles (nacional, regional y local) necesitan recaudar ingresos de diversas fuentes para financiar los gastos del sector público.
“Cosas como la defensa del país y el mantenimiento de las instituciones de buen gobierno son de beneficio general para el público. Por lo tanto, es razonable que la población en su conjunto contribuya a los costes fiscales. También es razonable exigir otras cosas a un sistema fiscal – por ejemplo, que las cantidades de impuestos que pagan los individuos guarden cierta relación con su capacidad de pago… Los buenos impuestos cumplen cuatro criterios principales. Son (1) proporcionales a los ingresos o a la capacidad de pago (2) ciertos y no arbitrarios (3) pagaderos en momentos y formas convenientes para los contribuyentes y (4) baratos de administrar y recaudar”[1] [1].
En la literatura moderna sobre finanzas públicas se ha desarrollado toda una economía del sistema tributario (economía del sistema tributario), que puede definirse como “la gestión global de los ingresos y gastos públicos de un Estado o agrupación de integración con el fin de configurar políticas económicas inteligentes que estimulen el crecimiento y el desarrollo económicos y protejan de los riesgos funcionales a las generaciones presentes y futuras”[2] Una visión más restringida de la teoría de la fiscalidad reduce el sistema a dos cuestiones: quién puede pagar y quién puede beneficiarse (principio del beneficio). Teorías influyentes han sido la teoría de la capacidad presentada por Arthur Cecil Pigou[3] y la teoría del beneficio desarrollada por Erik Lindahl[4][5] Existe una versión posterior de la teoría del beneficio conocida como teoría del “intercambio voluntario”[6].
Igualdad fiscal
En la medida de lo posible, ¿debe seguirse el “principio del beneficio”? Es decir, si el gobierno presta un servicio a determinados individuos y no a todos, ¿debe cobrarse por el servicio a quienes se benefician directamente? Por ejemplo, ¿debe exigirse a los usuarios de las autopistas que paguen por ellas mediante impuestos específicos sobre los carburantes y los vehículos de motor y peajes directos? Y, si esos impuestos se destinan al uso de las autopistas, ¿es conveniente establecer salvaguardias contra su desvío?
¿Cómo pagar las escuelas públicas a todos los niveles? Los estudios demuestran las enormes ventajas económicas de la educación secundaria y universitaria. La mayoría de los padres desean urgentemente educación para sus hijos. ¿Debería cobrarse el coste de la educación pública como un “beneficio”, ya sea a los padres o a los futuros ingresos de los estudiantes?
En los primeros tiempos de nuestro país, los aranceles eran una importante fuente de ingresos para el gobierno federal. Y hubo mucho debate entre los teóricos del impuesto sobre la recaudación de ingresos frente a los aspectos proteccionistas y discriminatorios de los aranceles. Pero “aranceles sólo para obtener ingresos” se convierte en una cuestión académica cuando el gobierno nacional exige una cuarta parte o más de los ingresos de los ciudadanos.