Los cuatro humores romeo y julieta
El vínculo entre las tres filosofías y las tres facultades superiores no es más evidente en ninguna parte que en la dependencia de los cuatro humores de la medicina galénica de los cuatro elementos de la física aristotélica. Los principios que rigen el “microcosmos” o “mundo menor” del cuerpo humano se extraen directamente de los elementos fundamentales del “macrocosmos” o “mundo mayor” de la esfera sublunar.
Los cuatro elementos, humores y temperamentos se asociaban a las cuatro estaciones del año y a las cuatro edades del hombre. El ciclo de la vida estaba vinculado a su vez al ciclo del año, lo que reforzaba la asociación de los cuatro humores con seis de los siete planetas, una de las bases de la medicina astrológica.
La sangre, como el aire, era caliente y húmeda. Fisiológicamente, se creía que era producida exclusivamente por el hígado. Psicológicamente, se asociaba con un temperamento “sanguíneo”, es decir, una personalidad o disposición vivaz, entusiasta y sociable, que se corresponde con la infancia, la primavera y Júpiter, el más benigno de los planetas.
Definición de los cuatro humores
Este artículo trata sobre los humores en la medicina antigua y medieval. Para la teoría relacionada del temperamento, véase cuatro temperamentos. Para los humores en la medicina ayurvédica, véase Ayurveda. Para el uso del humor en la escritura o la oratoria, véase Humorista.
Se suele atribuir a Hipócrates la aplicación de esta idea a la medicina. En contraste con Alcmaeon, Hipócrates sugirió que los humores son los fluidos corporales vitales: sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra. Alcmeón e Hipócrates postulaban que un exceso o deficiencia extrema de cualquiera de los humores (fluidos corporales) en una persona puede ser signo de enfermedad. Hipócrates, y luego Galeno, sugirieron que un desequilibrio moderado en la mezcla de estos fluidos produce patrones de comportamiento[5]. Uno de los tratados atribuidos a Hipócrates, Sobre la naturaleza del hombre, describe la teoría de la siguiente manera:
El cuerpo humano contiene sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra. Estas son las cosas que forman su constitución y causan sus dolores y su salud. La salud es, ante todo, el estado en el que estas sustancias constitutivas se encuentran en la proporción correcta entre sí, tanto en fuerza como en cantidad, y están bien mezcladas. El dolor se produce cuando una de las sustancias presenta una deficiencia o un exceso, o está separada en el organismo y no mezclada con las demás[6]. El organismo depende en gran medida de los cuatro humores porque su combinación equilibrada contribuye a mantener a las personas en buen estado de salud. Tener la cantidad adecuada de humor es esencial para la salud. En consecuencia, la fisiopatología de la enfermedad se produce por excesos y/o deficiencias de humor[7]. La existencia de sustancias bioquímicas fundamentales y de componentes estructurales en el cuerpo sigue siendo un punto compartido de forma convincente con las creencias hipocráticas, a pesar de que la ciencia actual se haya alejado de esos cuatro humores hipocráticos[7].
Los cuatro humores de Shakespeare
La teoría humoral fue uno de los principios centrales de la medicina occidental desde la antigüedad hasta el siglo XIX. “Humoral” deriva de la palabra “humor”, que, en este contexto, significa “fluido”. Se pensaba que el cuerpo humano contenía una mezcla de los cuatro humores: bilis negra (también conocida como melancolía), bilis amarilla o roja, sangre y flema. Cada individuo tenía una composición humoral particular, o “constitución”, y la salud se definía como el equilibrio humoral adecuado para ese individuo. Un desequilibrio de los humores producía enfermedad.
Robinson, Victor. Pathfinders in medicine. Nueva York : Medical Review of Reviews, 1912. GALENO Y LA MEDICINA GRIEGA. Página: (seq. 35). Del Centro de Historia de la Medicina de la Biblioteca de Medicina Francis A. Countway.
Los humores también se utilizaban para referirse a cuatro temperamentos psicológicos individuales: melancólico, sanguíneo, colérico y flemático. Esto refleja el concepto humoral de que la salud física y la personalidad individual formaban parte de un mismo todo.
El desarrollo de la teoría humoral se asocia originalmente con Hipócrates (ca. 460-370 a.C.). En el siglo II a.C., Galeno elaboró esta teoría, que fue desarrollada por escritores árabes a partir del siglo IX y por escritores europeos a partir del siglo XI. Aunque varias publicaciones importantes (De Humani Corporis Fabrica, de Andreas Vesalius, en 1543, y De Motu Cordis, de William Harvey, en 1628) cuestionaron algunos aspectos de la teoría humoral, ésta siguió dominando entre los médicos y el público en general hasta el siglo XIX.
Los cuatro humores deutsch
Hipócrates teorizaba que el cuerpo contenía 4 humores que se veían afectados por la alimentación y el entorno, e influían en la personalidad y en la posibilidad de contraer enfermedades. En la teoría médica, se pensaba que un desequilibrio de los humores causaba enfermedades, por lo que se crearon remedios para restablecer el equilibrio de los humores.
La teoría de los cuatro humores cayó en desuso en la ciencia médica tras los importantes avances del Renacimiento. Sin embargo, algunos tests modernos, como el test de personalidad de Myers-Briggs, se basan en los cuatro humores para determinar los tipos de personalidad.