Idea innata
Platón nació en algún lugar entre los años 428 y 427 a.C., posiblemente en Atenas, en una época en la que la democracia ateniense ya estaba bien desarrollada. Pertenecía a una familia rica y aristocrática. La familia de Platón estaba implicada en la política ateniense, por lo que es probable que él mismo no fuera ajeno a la política. También fue el fundador de la Academia de Atenas, que puede considerarse la primera universidad del mundo occidental y su primera escuela de filosofía. Murió entre los años 348 y 347 a.C.
Desde el punto de vista filosófico, Platón estuvo influido por una tradición de escepticismo, incluido el escepticismo de su maestro Sócrates, que también es el protagonista de los diálogos de Platón. Lo que era evidente para muchos de los primeros filósofos griegos era que vivimos en un mundo que no es una fuente fácil de conocimiento verdadero, es decir, eterno e inmutable. El mundo cambia constantemente. Las estaciones reflejan el cambio. Nada es permanente: los edificios se derrumban, las personas, los animales y los árboles viven y luego mueren. Incluso el presente es engañoso: nuestros sentidos de la vista, el tacto y el gusto pueden defraudarnos de vez en cuando. Lo que parece agua en el horizonte desértico es en realidad un espejismo. O lo que me parece dulce en un momento dado puede parecer agrio al siguiente. Heráclito, un filósofo presocrático, afirmaba que nunca podemos meternos dos veces en el mismo río.
Teorías filosóficas
Este artículo se ocupará de la teoría de las Ideas (o Formas) de Platón. En los textos del filósofo se presentan diversos aspectos de la teoría de las Ideas. En este trabajo se hará hincapié en la concepción del conocimiento puro como la forma más elevada de verdad y belleza, un aspecto de la teoría que se presenta en el Simposio.
Según Platón, el mundo material de los sentidos es una ilusión. El mundo real, en cambio, es el reino de las Ideas, que está más allá del mundo material. En este sentido, Platón afirma que “sólo las Ideas son reales” (Flew 160). El mundo material, o de las apariencias, cambia constantemente. El mundo de las Ideas, sin embargo, nunca cambia y está libre de las limitaciones del tiempo y el espacio. En consecuencia, la teoría de Platón sostiene que las Ideas representan la verdadera realidad, o la Verdad que trasciende la relatividad de la materia.
Mientras que los objetos del mundo material son aprehendidos por los sentidos, las Ideas platónicas son aprehendidas por la mente. Las palabras griegas para Idea (idein) y Forma (eidos) están ambas relacionadas con el concepto de visión (Flew 159). Así, las Ideas o Formas son cosas que se ven. Sin embargo, no se ven con la vista física de los sentidos, sino “mediante una especie de visión intelectual” (159). La mente que es capaz de visualizar el reino superior de las Ideas se equipara a menudo con el alma. En palabras del historiador Michael Grant: “Como aprendemos cada vez más en las últimas obras de Platón, las Formas son aprehendidas por el Alma, que es su socio último tanto en el macrocosmos que es Dios, la causa y explicación del universo, como en el microcosmos que es el alma humana individual” (217). Así pues, se ve que el alma es el vínculo que existe entre el mundo material y el mundo de las Ideas.
Teoría del conocimiento
La teoría de las Formas o teoría de las Ideas[1][2][3] es una teoría filosófica atribuida a Platón, según la cual el mundo físico no es tan real o verdadero como las ideas atemporales, absolutas e inmutables[4] Según esta teoría, las ideas en este sentido, a menudo capitalizadas y traducidas como “Ideas” o “Formas”,[5] son las esencias no físicas de todas las cosas, de las que los objetos y la materia del mundo físico son meras imitaciones. Platón habla de estas entidades sólo a través de los personajes (principalmente Sócrates) de sus diálogos, quien a veces sugiere que estas Formas son los únicos objetos de estudio que pueden proporcionar conocimiento[6]. La teoría en sí es discutida desde dentro de los diálogos de Platón, y es un punto general de controversia en filosofía. No obstante, la teoría se considera una solución clásica al problema de los universales[7].
El concepto griego primitivo de forma precede al uso filosófico atestiguado y está representado por una serie de palabras que tienen que ver principalmente con la visión, la vista y la apariencia. Platón utiliza estos aspectos de la vista y la apariencia del concepto griego primitivo de la forma en sus diálogos para explicar las Formas y el Bien.
Teoría de Aristóteles
La teoría de las Formas o teoría de las Ideas es una teoría filosófica, concepto o visión del mundo, atribuida a Platón, según la cual el mundo físico no es tan real o verdadero como las ideas atemporales, absolutas e inmutables. Según
Según esta teoría, las ideas en este sentido, a menudo en mayúsculas y traducidas como “Ideas” o “Formas”, son las esencias no físicas de todas las cosas, de las que los objetos y la materia del mundo físico son meras imitaciones. Platón habla de estas
Platón sólo habla de estas entidades a través de los personajes (principalmente Sócrates) de sus diálogos, quien a veces sugiere que estas Formas son los únicos objetos de estudio que pueden proporcionar conocimiento. La teoría misma es impugnada desde el interior de Platón
El concepto griego primitivo de forma precede al uso filosófico atestiguado y está representado por una serie de palabras que tienen que ver principalmente con la visión, la vista y la apariencia. Platón utiliza estos aspectos de la vista y la apariencia a partir del concepto griego primitivo de la
Las palabras εἶδος (eidos) y ἰδέα (idea) proceden de la raíz indoeuropea *weyd- o *weid- “ver” (cognado con el sánscrito vétti). Eidos (aunque no idea) ya aparece en textos de la época homérica, la literatura griega más antigua. Esta transliteración y la tradición traductora del alemán y el latín dan lugar a la expresión “teoría de las Ideas”. Sin embargo, la palabra no es la “idea” inglesa, que es sólo un concepto mental.La teoría de la materia y la forma (el hilomorfismo actual) comenzó con Platón y posiblemente germinó en algunos escritos presocráticos. Se consideraba que las formas estaban “en” otra cosa, que Platón llamaba naturaleza (physis). Esta última aparecía como “madera” tallada, ὕλη (hyle) en griego, correspondiente a materia en latín, de la que deriva la palabra inglesa “matter”, conformada al recibir (o intercambiar) formas.