
La teoría genética de la selección natural
Las teorías cognitivo-evolutivas como las de Piaget (1983) y Fischer (1980) se solapan en algunos aspectos con las teorías semiótica y psicolingüística de Vygotsky (1978) y Leontiev (1981). Fueron diseñadas para proporcionar un marco que permitiera captar y, lo que quizá sea más importante, medir, la esencia del desarrollo humano. Si son similares, ¿en qué difieren estas teorías?
Aunque similar, la teoría de las habilidades de Fischer es significativamente diferente de la de Piaget. La teoría de Fischer especifica niveles de desarrollo similares a los de Piaget, pero indica que esos niveles emergentes sólo significan los niveles de logro más altos posibles para cualquier grupo de edad concreto. Más concretamente, nuestra cognición es dinámica. Esto significa que en situaciones de la vida real los seres humanos muestran una gama de cognición; no es estática. Por simple observación, podemos darnos cuenta fácilmente de que los seres humanos rara vez funcionan al máximo de su potencial durante periodos de tiempo prolongados. Sin embargo, tal vez debido a la presunción humana común, a lo largo de los años hemos descartado esto como una especie de anomalía. Pero, sin duda, para comprender correctamente la cognición humana, hay que observar toda la gama cognitiva, no sólo los picos potenciales. La incorporación directa de la gama cognitiva por parte de Fischer (en contraposición al enfoque común de entonces sobre los picos) en su teoría de las habilidades ha establecido la teoría de las habilidades como una mejora sustancial con respecto a la de Piaget. La complejidad de la respuesta de un sujeto a las preguntas cambia dinámicamente en función del contexto, ya sea fortuito o cuidadosamente diseñado. La teoría de Fischer abarca esta dinámica y la convierte en el centro de atención, mientras que las teorías más antiguas, como la de Piaget, no podían abordar la dinámica con claridad.
Teorema de Fisher
El principio de Fisher es un modelo evolutivo que explica por qué la proporción de sexos de la mayoría de las especies que producen descendencia mediante reproducción sexual es aproximadamente 1:1 entre machos y hembras. A. W. F. Edwards ha señalado que es “probablemente el argumento más célebre de la biología evolutiva”[1].
El principio de Fisher fue esbozado por Ronald Fisher en su libro de 1930 La teoría genética de la selección natural[2] (pero se ha atribuido erróneamente como original de Fisher[1]). Fisher formuló su argumento en términos de gasto parental, y predijo que el gasto parental en ambos sexos debería ser igual. Las proporciones de sexos que son 1:1 se conocen como “fisherianas”, y las que no son 1:1 son “no fisherianas” o “extraordinarias” y se producen porque rompen los supuestos del modelo de Fisher[3][4].
El principio de Fisher es un ejemplo temprano de un modelo en el que los genes de mayor producción de uno u otro sexo se igualan en la población, porque cada sexo suministra exactamente la mitad de los genes de todas las generaciones futuras.
Teoría neopiagetiana
Frank Brady nos acerca a la carrera de un genio del ajedrez, desde su primer contacto con el tablero hasta el campeonato del mundo y más allá. Nos ayuda a comprender que la genialidad no es un camino de rosas. Bobby Fisher ciertamente hizo sufrir a mucha gente, pero también sufrió la incomprensión de mucha gente. Una vida trágica, que este libro ayuda a comprender.No aprenderás mucho sobre cómo jugar al ajedrez, pero puede que aprendas cosas que te ayuden a vivir con genialidad.Este libro es duro, pero merece la pena.
Dicen que el genio roza la locura y eso se puede aplicar a Bobby Fischer, pero no estaba loco. Sin duda era un genio del ajedrez, pero sus extravagantes declaraciones y su comportamiento al llegar a la edad adulta y a la muerte lo convierten en un hombre difícil de querer o incluso de admirar.
Teoría de los sistemas ecológicos
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