Cuáles son las 6 pruebas de la tectónica de placas
La tectónica de placas (del latín tardío: tectonicus, del griego antiguo: τεκτονικός, lit. perteneciente a la construcción”)[2] es la teoría científica generalmente aceptada que considera que la litosfera terrestre está formada por una serie de grandes placas tectónicas que se mueven lentamente desde hace unos 3.400 millones de años[3]. El modelo se basa en el concepto de deriva continental, una idea desarrollada durante las primeras décadas del siglo XX. La tectónica de placas pasó a ser generalmente aceptada por los geocientíficos tras la validación de la extensión del fondo marino a mediados y finales de la década de 1960.
La litosfera de la Tierra, que es la capa rígida más externa del planeta (la corteza y el manto superior), está dividida en siete u ocho placas principales (dependiendo de cómo se definan) y muchas placas menores o “plaquetas”. Cuando las placas se encuentran, su movimiento relativo determina el tipo de límite de placa: convergente, divergente o de transformación. A lo largo de estos límites de placas (o fallas) se producen terremotos, actividad volcánica, formación de montañas y fosas oceánicas. El movimiento relativo de las placas suele oscilar entre cero y 10 cm anuales[4].
¿Qué es la teoría de la tectónica de placas?
Alfred Wegener creó la idea de la deriva continental y escribió “El origen de los continentes y los océanos” para apoyarla. Al principio, su teoría fue rechazada por los geólogos. Sus ideas se han demostrado científicamente con el paso del tiempo.
Los Montes Apalaches se sitúan de Oeste a Este en Norteamérica y se interrumpen en New Foundland, en la costa Este de Norteamérica. Otra cadena montañosa comienza en Groenlandia y continúa en Irlanda, Reino Unido y Noruega con una estratificación similar.
Los fósiles son las pruebas más sólidas de la tectónica de placas. Los mismos fósiles vegetales pueden verse en continentes lejanos como Sudamérica y África. Se puede decir que se debe a las aves y al viento. Podrían haber transportado semillas a través de los océanos. Tal vez sea una objeción lógica a la teoría de Wegener, pero ¿podrían los dinosaurios gigantes nadar por todo el océano? Obviamente no podían. Se pueden ver fósiles del mismo dinosaurio en Sudamérica, África, India y la Antártida. La única explicación razonable es que una vez todos estos continentes estuvieron juntos. Este continente se llama Gondwana. Estas evidencias son algunas de las pruebas sólidas de la tectónica de placas.
Quién desarrolló la teoría de la tectónica de placas
En 1967, la mayoría de los científicos geólogos aceptaban la teoría de la tectónica de placas[2]. El origen de esta teoría se remonta a la publicación en 1912 de la teoría de la deriva continental de Alfred Wegener, que fue objeto de controversia en este campo hasta la década de 1950[2]. En ese momento, los científicos introdujeron nuevas pruebas de una nueva forma, sustituyendo la idea de la deriva continental por la teoría de la tectónica de placas[2]. La aceptación de esta teoría trajo consigo un cambio científico y cultural que los comentaristas denominaron la “revolución de la tectónica de placas”[2].
Un comentarista afirmó que la teoría de la tectónica de placas se hizo popular y estableció una revolución en la cultura incluso antes de que los científicos pudieran confirmar algunas de las afirmaciones para las que faltaban pruebas[6].
Deriva continental
Los fósiles nos dicen cuándo y dónde existieron plantas y animales. Algunos seres vivos “cabalgaron” sobre placas divergentes, quedaron aislados y evolucionaron hacia nuevas especies. Otros seres vivos se dispersaron por nuevas zonas cuando los continentes volvieron a conectarse, los océanos se estrecharon o se formaron cadenas de islas volcánicas. El hallazgo de fósiles idénticos o similares en zonas separadas por grandes distancias fue una de las primeras pistas que utilizaron los científicos para reconstruir el movimiento de las placas en el pasado. Esta distribución de fósiles condujo a la teoría de que los continentes meridionales estuvieron unidos en el pasado en un supercontinente llamado Gondwana.
Formaciones geológicas similares en distintos continentes muestran conexiones terrestres históricas. Las montañas de la Antártida son una prolongación de los Andes de Sudamérica. Si los continentes del hemisferio sur volvieran a unirse en una sola masa terrestre, los restos glaciares de África y la India se alinearían de nuevo.
Este artículo forma parte de Explorando los terremotos, una rica colección de recursos presentada conjuntamente por la Academia de Ciencias de California y KQED. Este material también está disponible como libro de texto gratuito en iBooks y como curso en iTunes U.