
Liquidación América
En el mundo actual, el poblamiento de América es un tema muy debatido. Las pruebas de teorías opuestas siguen cambiando la forma de entender nuestras raíces prehistóricas. Mientras que las pruebas de la migración animal están más consolidadas, la historia humana puede ser más complicada. En 2008, los hallazgos genéticos sugieren que una única población de humanos modernos migró desde el sur de Siberia hacia la masa de tierra conocida como el Puente Terrestre de Bering hace 30.000 años y cruzó a América hace 16.500 años. Las pruebas arqueológicas demuestran que hace 15.000 años los humanos ya habían llegado al sur de las capas de hielo canadienses.
Aunque ésta puede ser la primera migración, no fue la única. Una vez que los primeros humanos lograron llegar, parece que se produjeron múltiples migraciones a lo largo de los siguientes milenios, no sólo a través del corredor libre de hielo, sino también a lo largo de la costa en barco. Sin embargo, las pruebas siguen siendo escasas y a menudo contradictorias, por lo que algunas teorías sobre los “primeros americanos” siguen sin ser concluyentes.
Teoría de los puentes terrestres
El continente norteamericano lleva habitado por el hombre al menos 16.500 años. Ya en el siglo XVI, los primeros colonos y pensadores europeos se interesaron por descubrir cómo habían llegado los humanos a poblar Norteamérica y Sudamérica. Una teoría sugería la migración de los nórdicos a través de Groenlandia hacia Norteamérica. Otra teoría proponía la isla de la Atlántida como origen de la vida humana en el Nuevo Mundo. Otra idea proponía que los habitantes se habían generado a partir del barro. Sin embargo, a principios del siglo XIX, científicos y teóricos empezaron a hablar de la posibilidad de un puente terrestre que se hubiera extendido entre Asia y Norteamérica hace miles de años. La teoría de un puente terrestre ha alimentado la imaginación de exploradores y científicos durante siglos.
En 1590, el misionero español Fray José de Acosta redactó el primer documento escrito que sugería la existencia de un puente terrestre entre Asia y Norteamérica. La cuestión de cómo emigró la gente al Nuevo Mundo era un tema ampliamente debatido entre los pensadores y teóricos de su época. Acosta rechazó muchas de las teorías propuestas por sus contemporáneos. En cambio, creía que los cazadores procedentes de Asia habían cruzado a América del Norte a través de un puente terrestre o estrecho situado muy al norte. Creía que el puente terrestre seguía existiendo en su época.
Nativos americanos
Este artículo trata sobre la migración prehistórica desde Asia. Para el posterior encuentro y asentamiento de los europeos, véase Colonización europea de América. Para el contacto precolombino de las Américas, véase Teorías sobre el contacto transoceánico precolombino.
La colonización de las Américas comenzó cuando los cazadores-recolectores paleolíticos entraron en Norteamérica procedentes de la estepa mamut del norte de Asia a través del puente terrestre de Beringia, que se había formado entre el noreste de Siberia y el oeste de Alaska debido al descenso del nivel del mar durante el Último Máximo Glacial (hace entre 26.000 y 19.000 años)[2]. [Estas poblaciones se expandieron al sur de la capa de hielo Laurentide y se extendieron rápidamente hacia el sur, ocupando América del Norte y del Sur, hace entre 12.000 y 14.000 años[3][4][5][6][7] Las primeras poblaciones de América, anteriores a hace unos 10.000 años, se conocen como paleoindios. Los pueblos indígenas de América se han relacionado con poblaciones siberianas por factores lingüísticos, la distribución de los grupos sanguíneos y en la composición genética reflejada por datos moleculares, como el ADN[8][9].
Los humanos viven en toda América del Norte y del Sur
¿QUIÉNES fueron los primeros americanos? El análisis más exhaustivo realizado hasta la fecha del ADN de las poblaciones nativas americanas respalda la controvertida teoría de que las Américas se poblaron en tres oleadas iniciales y no en una sola.
Los lingüistas sugirieron en un principio que los nativos americanos podían dividirse en tres grupos en función de sus lenguas, y argumentaron que éstas podrían representar tres oleadas migratorias. Aunque las diferencias en la morfología dental de los distintos grupos lingüísticos apoyaban esta idea, no todos los lingüistas estaban de acuerdo en agrupar lenguas tan diversas.
Para obtener una imagen más clara de los patrones de asentamiento, David Reich, de la Facultad de Medicina de Harvard (Boston), y sus colegas compararon el ADN de 52 poblaciones de nativos americanos de Canadá, Groenlandia y América Central y del Sur, centrándose en las variaciones denominadas polimorfismos de un solo nucleótido (SNP) en regiones codificantes y no codificantes de proteínas de todo el genoma. También examinaron el ADN de poblaciones de Siberia, de donde se cree que proceden los nativos americanos. A diferencia de la secuenciación mitocondrial o del cromosoma Y, que traza la historia de un único ancestro masculino o femenino, el análisis de SNP ofrece una imagen más amplia de la ascendencia.