Aristóteles generación espontánea
La “generación espontánea” es la idea de que los organismos vivos pueden surgir de la materia inerte. A finales del siglo XIX, en un enfrentamiento entre el químico Louis Pasteur y el biólogo Félix Pouchet organizado por la Academia Francesa de Ciencias, Pasteur presentó un experimento que refutaba la teoría. Demostró que cuando se hierve una infusión para matar todo lo que hay dentro y no se deja entrar ninguna partícula, no surgirá vida espontáneamente en su interior. Sus experimentos se han considerado un triunfo para la ciencia, pero no estuvieron exentos de polémica.
En esta entrevista, Elah Feder, Ira Flatow y el historiador James Strick, de Undiscovered, hablan de lo que los científicos de la época de Pasteur pensaban realmente de su experimento, del papel que desempeñó la Iglesia católica en el cierre de la “generación espontánea” y de por qué incluso Darwin hizo todo lo posible por eludir el tema.
IRA FLATOW: Esto es Viernes de Ciencia. Soy Ira Flatow. Y durante el resto de la hora, vamos a bucear en las bóvedas de la historia de la ciencia, porque los anfitriones de nuestro podcast Undiscovered están trabajando en una nueva serie. Es todo, en uno de mis temas favoritos, todo sobre la historia de la ciencia. Y la co-presentadora Elah Feder está aquí para hablarnos de ello. Hola, Elah.
¿En qué consiste la teoría de las generaciones espontáneas?
generación espontánea, proceso hipotético por el que los organismos vivos se desarrollan a partir de materia no viva; también, teoría arcaica que utilizaba este proceso para explicar el origen de la vida.
¿Por qué los científicos refutaron la teoría de la generación espontánea?
En los frascos sellados no podían entrar moscas, gusanos ni huevos, por lo que no se veía ninguno en ellos. Los gusanos sólo aparecían donde las moscas podían poner huevos. Este experimento refutó la idea de la generación espontánea para organismos mayores.
¿Qué es la teoría de la generación espontánea y cómo se refutó?
La teoría de la generación espontánea fue cuestionada por primera vez por Francesco Redi en 1668. Dejó carne al aire libre y cubrió otra carne para que las moscas no pudieran entrar en ella. Los gusanos sólo aparecieron en la carne descubierta, demostrando así que los gusanos no se generan espontáneamente.
Teoría celular
El desarrollo y perfeccionamiento de la microscopía en el siglo XVII reveló a la ciencia todo un nuevo mundo de microorganismos, hasta entonces desconocidos, que parecían surgir espontáneamente, y avivó una polémica que parecía definitivamente resuelta por los experimentos de Francesco Redi, la cuestión de la generación espontánea y el origen de la vida. A mediados del siglo XVIII, un joven abad italiano, Lazzaro Spallanzani, profesor de Física y Matemáticas en la Universidad de Reggio Emilia, empezó a repetir los experimentos de John Turberville Needham. El sacerdote católico inglés afirmaba haber demostrado la validez de la teoría de la generación espontánea tras observar el crecimiento de pequeños organismos en un poco de caldo de pollo colocado en matraces herméticos y calentado durante 30 minutos. Spallanzani encontró errores significativos en los experimentos realizados por Needham y, tras probar diversas variaciones de los mismos, refutó la teoría de la generación espontánea.
Microorganismos
La generación espontánea de conchas marinas, según Aristóteles, variaba con la naturaleza del lecho marino. El limo daba lugar a las ostras; la arena, a las vieiras; y los huecos de las rocas, a las lapas y los percebes. Sin embargo, la gente seguía preguntándose si los huevos de estos animales no serían fundamentales en el proceso de generación[1].
La generación espontánea es una teoría científica superada que sostenía que los seres vivos podían surgir de materia no viva y que tales procesos eran habituales y regulares. Se hipotetizaba que ciertas formas, como las pulgas, podían surgir de materia inanimada como el polvo, o que los gusanos podían surgir de la carne muerta.
La doctrina de la generación espontánea fue sintetizada de forma coherente por el filósofo y naturalista griego Aristóteles, que recopiló y amplió la obra de filósofos naturales anteriores y las diversas explicaciones antiguas sobre la aparición de los organismos. La generación espontánea se consideró un hecho científico durante dos milenios. Aunque los experimentos de los biólogos italianos Francesco Redi y Lazzaro Spallanzani la cuestionaron en los siglos XVII y XVIII, no fue desacreditada hasta los trabajos del químico francés Louis Pasteur y el físico irlandés John Tyndall a mediados del siglo XIX.
Teoría de la sopa primordial de miller urey
Antes se creía que la vida podía surgir de seres inanimados, como los ratones del maíz, las moscas del estiércol bovino, los gusanos de la carne en descomposición y los peces del fango de lagos previamente secos. La generación espontánea es la hipótesis incorrecta de que las cosas no vivas son capaces de producir vida. Se han realizado varios experimentos para refutar la generación espontánea; algunos de ellos se tratan en las secciones siguientes.
En 1668, Francesco Redi, un científico italiano, diseñó un experimento científico para probar la creación espontánea de gusanos colocando carne fresca en dos tarros diferentes. Uno de los frascos se dejó abierto y el otro se tapó con un paño. Días después, el tarro abierto contenía gusanos, mientras que el tapado no contenía ninguno. Sí observó que había gusanos en la superficie exterior de la tela que cubría el tarro. Redi demostró con éxito que los gusanos procedían de huevos de mosca y contribuyó así a refutar la generación espontánea. O eso creía él.
En Inglaterra, John Needham puso en duda las conclusiones de Redi realizando un experimento en el que introdujo un caldo, o salsa, en un frasco, lo calentó para matar todo lo que hubiera en su interior y luego lo cerró herméticamente. Días después, informó de la presencia de vida en el caldo y anunció que la vida se había creado a partir de la no-vida. En realidad, no lo calentó lo suficiente como para matar a todos los microbios.