Psicología de la personalidad
Los empresarios evalúan nuestra personalidad. Cuestionadas por Internet. Las adivinan los horóscopos y las estudian los científicos. La formación de la personalidad es la piedra angular para entender quiénes somos y qué somos. Por eso es un tema clave de la investigación psicológica.
Sigmund Freud, fundador del psicoanálisis, desarrolló la teoría psicoanalítica, que supone que la personalidad refleja el funcionamiento de la mente inconsciente, según Psychology: A Concise Introduction. Freud creía que la personalidad se dividía en tres secciones, cada una con su propia función diferenciada:
Abraham Maslow concibió la teoría humanista en la década de 1950. Creía que la teoría psicoanalítica, con su énfasis en la personalidad anormal, era errónea. En su lugar, Maslow subrayó la importancia de comprender la mente consciente y la personalidad en sus estados normales. La teoría humanista asume que los seres humanos tienen libre albedrío y que las personas toman decisiones basadas en un deseo último de autoexcelencia. La personalidad se basa en experiencias subjetivas y en la interacción del individuo con su entorno.
Teóricos famosos
Las teorías de la personalidad desempeñan un papel crucial a la hora de comprender el comportamiento y las interacciones humanas. La comprensión psicológica desempeña un papel vital a la hora de influir en cómo un individuo tiene un comportamiento determinado. Entendiendo el comportamiento humano como se refleja en la perspectiva de la psicología, las teorías de la personalidad juegan un papel muy importante en el que es mucho más fácil entender el comportamiento humano a través de diferentes perspectivas. Las teorías de la personalidad han desempeñado un papel importante en el desarrollo de una serie de consideraciones dentro del campo de la psicología. Se han producido importantes avances, que han creado una comprensión renovada sobre el papel general que las teorías de la personalidad han sido capaces de influir en el campo de la psicología. Este artículo se centrará en desarrollar una mejor comprensión de los diferentes conceptos desarrollados en las teorías de la personalidad con el fin de desarrollar una teoría integradora de la personalidad. También me centraré en los siete conceptos aprendidos y los elementos importantes que, en mi opinión, serán fundamentales para comprender las teorías de la personalidad.
Teorías de la personalidad en psicología
La investigación sobre lo que determina la personalidad se ha ramificado en varios enfoques diferentes y teorías principales, incluyendo las perspectivas psicoanalítica, humanista, de rasgos, cognitiva social, biológica y conductista.
La investigación sobre lo que determina la personalidad se ha ramificado en varios enfoques diferentes y teorías principales, incluyendo las perspectivas psicoanalítica, humanista, de rasgos, cognitiva social, biológica y conductista.
– Perspectiva humanista: Sostiene que el libre albedrío subjetivo de un individuo es el determinante más importante del comportamiento. Psicólogos humanistas como Abraham Maslow y Carl Rogers creían que las personas se esfuerzan por alcanzar la autorrealización, la “mejor versión” de sí mismas o el “yo ideal”. La brecha entre el yo “ideal” y el yo real puede causar malestar y dar lugar a comportamientos defensivos; esta brecha se denomina incongruencia.
– Perspectiva de rasgo: Se cree que la personalidad puede conceptualizarse como un conjunto de rasgos comunes, o formas características de comportarse, que todo individuo exhibe en cierto grado. Según este punto de vista, dichos rasgos de personalidad son diferentes de una persona a otra, pero dentro de un individuo son estables a lo largo del tiempo y del lugar.
Tipos de personalidad
Los psicólogos Hans y Sybil Eysenck fueron teóricos de la personalidad ([enlace]) que se centraron en el temperamento, las diferencias de personalidad innatas y de base genética que estudió anteriormente en este capítulo. Creían que la personalidad se rige en gran medida por la biología. Los Eysenck (Eysenck, 1990, 1992; Eysenck & Eysenck, 1963) consideraban que las personas tenían dos dimensiones específicas de personalidad: extroversión/introversión y neuroticismo/estabilidad.
Según su teoría, las personas con un rasgo alto de extroversión son sociables y extrovertidas, y conectan fácilmente con los demás, mientras que las personas con un rasgo alto de introversión tienen una mayor necesidad de estar solas, adoptan conductas solitarias y limitan sus interacciones con los demás. En la dimensión neuroticismo/estabilidad, las personas con un alto nivel de neuroticismo tienden a ser ansiosas; suelen tener un sistema nervioso simpático hiperactivo e, incluso con poco estrés, su cuerpo y su estado emocional tienden a entrar en una reacción de huida o lucha. Por el contrario, las personas con un alto nivel de estabilidad tienden a necesitar más estímulos para activar su reacción de huida o lucha y se consideran más estables emocionalmente. Basándose en estas dos dimensiones, la teoría de Eysencks divide a las personas en cuatro cuadrantes. Estos cuadrantes se comparan a veces con los cuatro temperamentos descritos por los griegos: melancólico, colérico, flemático y sanguíneo ([enlace]).