Teoría cultural
En los primeros años de la antropología, la opinión predominante de los antropólogos y otros estudiosos era que la cultura generalmente se desarrolla (o evoluciona) de manera uniforme y progresiva. Los evolucionistas, basándose en el éxito de la teoría de la evolución de Darwin, pero sin inspirarse demasiado en su aportación central del concepto de selección natural, trataron de rastrear el desarrollo de la cultura a lo largo del tiempo. Al igual que se pensaba que las especies evolucionaban hacia formas cada vez más complejas, también se pensaba que las culturas pasaban de estados simples a complejos. Al principio, muchos estudiosos pensaban que la mayoría de las sociedades pasaban por una serie de etapas iguales o similares para llegar, en última instancia, a un final común. Se pensaba que el cambio se originaba principalmente en el interior de la cultura, por lo que se pensaba que el desarrollo estaba determinado internamente.
La progresión evolutiva de las sociedades había sido aceptada por algunos desde la Ilustración. Tanto los filósofos sociales y morales franceses como los escoceses utilizaban esquemas evolucionistas durante el siglo XVIII. Entre ellos se encontraba Montesquieu, que propuso un esquema evolutivo consistente en tres etapas: la caza o salvajismo, el pastoreo o barbarie y la civilización. Esta división tripartita se hizo muy popular entre los teóricos sociales del siglo XIX, con figuras como Tylor y Morgan adoptando una u otra versión de este esquema (Seymour-Smith 1986:105).
¿Cuáles son las tres teorías de la evolución cultural?
Propuesta originalmente por E.B. Tylor, la evolución unilineal sugiere que todas las culturas evolucionaron a través de tres etapas secuenciales: salvajismo, barbarie y, finalmente, civilización (Sidky 2004).
¿En qué consiste la teoría de la evolución cultural?
La evolución cultural es la idea de que el cambio cultural humano, es decir, los cambios en las creencias, conocimientos, costumbres, habilidades, actitudes, lenguas, etc. transmitidos socialmente, puede describirse como un proceso evolutivo darwiniano similar en aspectos clave (pero no idéntico) a la evolución biológica/genética.
¿Qué es la teoría de la evolución cultural ejemplos?
Por ejemplo, alguien de la población puede inventar o adquirir de otra sociedad una habilidad nueva y mejor, como una nueva forma de fabricar cordeles y cuerdas que sea más rápida que la técnica común actual y dé como resultado cuerdas más resistentes.
¿Cómo se desarrollan las culturas?
Antes de profundizar en el desarrollo de los distintos marcos teóricos de la antropología, debemos entender qué es una teoría. Una teoría es “una explicación de leyes y asociaciones estadísticas” (Ember & Ember 2004), o, como lo definen Lavenda y Schultz (2012), “una teoría es una descripción formal de alguna parte del mundo que explica cómo, en términos de causa y efecto, funciona esa parte del mundo.” Lo importante es recordar que una teoría es una posible explicación de los fenómenos que encontramos en una cultura, pero nunca es incuestionablemente cierta y, como veremos, puede que en algún momento se demuestre que no lo es. Una teoría puede sugerir una explicación, y las pruebas pueden apoyar esa explicación, pero en algún momento pueden reunirse nuevas pruebas que demuestren que la teoría es falsa. Como es el caso de la teoría de la evolución cultural.
E. B. Tylor, Lewis Henry Morgan y Herbert Spencer desempeñaron un papel en el desarrollo de las teorías de la evolución cultural. El supuesto principal de la evolución cultural es que las sociedades evolucionan de lo simple a lo complejo, aunque a ritmos diferentes, lo que explica por qué existen distintos tipos de sociedades en el mundo. Más tarde, antropólogos como Franz Boas y Bronislaw Malinowski demostraron que estas teorías eran falsas y las rechazaron.
Qué es la cultura
La evolución cultural es una teoría evolutiva del cambio social. Se deriva de la definición de cultura como “información capaz de afectar al comportamiento de los individuos que éstos adquieren de otros miembros de su especie a través de la enseñanza, la imitación y otras formas de transmisión social”[1]. La evolución cultural es el cambio de esta información a lo largo del tiempo[2].
La evolución cultural, también conocida históricamente como evolución sociocultural, fue desarrollada originalmente en el siglo XIX por antropólogos a partir de las investigaciones de Charles Darwin sobre la evolución. Hoy en día, la evolución cultural se ha convertido en la base de un creciente campo de investigación científica en las ciencias sociales, incluyendo la antropología, la economía, la psicología y los estudios organizativos. Antes se creía que el cambio social era el resultado de adaptaciones biológicas; ahora los antropólogos suelen aceptar que los cambios sociales surgen como consecuencia de una combinación de influencias sociales, evolutivas y biológicas[3][4].
El estudio de la evolución cultural se ha abordado desde distintos enfoques, como la teoría de la herencia dual, la evolución sociocultural, la memética, el evolucionismo cultural y otras variantes de la teoría de la selección cultural. Los enfoques difieren no sólo en la historia de su desarrollo y su disciplina de origen, sino también en la forma en que conceptualizan el proceso de evolución cultural y en los supuestos, teorías y métodos que aplican a su estudio. En los últimos años se ha producido una convergencia del conjunto de teorías afines hacia la consideración de la evolución cultural como una disciplina unificada por derecho propio[5][6].
Antropología cultural
sesgo. Decir que alguien tiene un sesgo conformista es afirmar que la persona en cuestión tiene tendencia a imitar aquellos comportamientos, creencias u otras disposiciones que están presentes entre una alta frecuencia de individuos de la población. Más concretamente, este sesgo suele definirse como una tendencia acentuada, o exagerada, a imitar el comportamiento más común. Esto se debe a que si (por ejemplo) la gran mayoría de la gente come con palillos, y sólo unos pocos comen con cuchillo y tenedor, entonces elegir al azar a quién imitar también conducirá probablemente a imitar el comportamiento mayoritario con palillos. En estas circunstancias, es probable que la elección puramente aleatoria de a quién imitar lleve a elegir como modelo a un usuario de palillos. Por tanto, si el 70% de los individuos de una población utiliza palillos, un imitador sólo tendrá un sesgo conformista en el sentido estricto que defienden los evolucionistas culturales si el imitador tiene una probabilidad superior al 70% de adquirir el comportamiento de uso de palillos.