La teoría de la selección natural de Darwin
Junto con su colega más joven Alfred Russel Wallace, Charles Darwin proporcionó los fundamentos teóricos iniciales de la ciencia de la evolución humana tal y como se practica hoy en día. Es evidente que nadie que pretenda comprender los orígenes humanos, como ningún otro estudioso de la historia de la vida, puede ignorar nuestra deuda con estos dos hombres. Por ello, en este año del bicentenario en el que se celebra la influencia de Darwin en todos los campos de la biología, parece razonable volver la vista atrás a su relación con la paleoantropología, un campo que empezaba a tomar forma a partir de un interés anticuario más generalizado justo cuando Darwin publicaba El origen de las especies en 1859. Pero hay un problema. Charles Darwin se mostró curiosamente poco receptivo al tema de la evolución humana vista a través de los registros fósiles, hasta el punto de guardar prácticamente silencio. En 1871, él mismo señaló que su única mención a los orígenes humanos había sido un comentario desechable, en su sección final:
¿Cuáles son los 4 puntos principales de la teoría de la evolución de Darwin?
En la evolución intervienen cuatro principios: variación, herencia, selección y tiempo. Se consideran los componentes del mecanismo evolutivo de la selección natural.
¿Cuáles son los 5 puntos principales de la teoría de Darwin?
De hecho, es tan sencillo que puede descomponerse en cinco pasos básicos, abreviados aquí como VISTA: Variación, Herencia, Selección, Tiempo y Adaptación.
Examinar la idea de la evolución humana planteada por charles darwin
“Todos los organismos evolucionan y se adaptan. La selección natural demuestra que la especie “más adaptada” sobrevive en un entorno. Las especies que sobreviven también pueden reproducirse. Porque al fin y al cabo, la evolución tiene que ver con la aptitud y la descendencia”.
MUTACIÓN: La mutación es un cambio en el código genético de un organismo. Sin mutación, no habría variaciones que transmitir a la descendencia. Lo ideal sería que la naturaleza sólo seleccionara mutaciones beneficiosas. Pero las mutaciones no aportan necesariamente lo que un organismo necesita para sobrevivir.
De hecho, las mutaciones pueden ser perjudiciales, neutras o beneficiosas. Pero a nivel genérico, las mutaciones son completamente aleatorias. Las mutaciones se producen por factores ambientales. Por ejemplo, la sobreexposición a la luz ultravioleta o a agentes cancerígenos determinan las tasas de mutación.
Todos los seres vivos actuales son supervivientes de 3.600 millones de años de evolución y selección natural. Todas las especies que se arrastran hoy son producto de ella. La evolución lleva tiempo. No evolucionarás en el transcurso de tu vida. Lleva generaciones.
Desde las bacterias hasta los seres humanos, todo ha evolucionado a lo largo del mismo tiempo. Tanto las mutaciones como la selección natural han dado forma a lo que somos. La evolución no es lineal. Es más bien como un árbol. A partir de un tronco más grueso, cada rama es podada y recortada a lo largo del camino por la selección natural.
Teoría de Charles Darwin
En 1859, 14 años después de la fundación de esta revista, Charles Darwin publicó el libro científico más importante jamás escrito. El origen de las especies revolucionó la comprensión del mundo natural por parte de la sociedad. Desafiando el dogma victoriano, Darwin argumentó que las especies no eran inmutables, cada una creada especialmente por Dios. Por el contrario, la vida en la Tierra, en toda su deslumbrante variedad, había evolucionado a través de la descendencia de un antepasado común con modificaciones por medio de la selección natural. Sin embargo, a pesar de todas las brillantes reflexiones de Darwin sobre los orígenes de las hormigas y los armadillos, los murciélagos y los percebes, hay una especie que no aparece en el gran libro: la suya propia. Del Homo sapiens, Darwin sólo hizo una mención de pasada en la antepenúltima página del tomo, señalando tímidamente que “se arrojará luz sobre el origen del hombre y su historia”. Eso es todo. Eso es todo lo que escribió sobre la aparición de la especie más importante del planeta.
No fue porque Darwin pensara que los humanos estaban de algún modo exentos de la evolución. Doce años más tarde publicó un libro dedicado a ese mismo tema, La descendencia del hombre. En él explicaba que hablar de los humanos en su tratado anterior sólo habría servido para prejuzgar aún más a los lectores contra su idea radical. Sin embargo, incluso en esta última obra, no tenía mucho que decir sobre los orígenes humanos per se, sino que se centraba en defender, a partir de la anatomía comparada, la embriología y el comportamiento, que, como todas las especies, los humanos habían evolucionado. El problema era que en aquella época apenas había registros fósiles de humanos que aportaran pruebas de etapas anteriores de la existencia humana. Por aquel entonces, “lo único que se sabía era lo que se podía razonar”, afirma el paleoantropólogo Bernard Wood, de la Universidad George Washington.
Teoria de la evolucion humana pdf
Si preguntamos a alguien cuál fue la contribución esencial de Charles Darwin a la ciencia, es probable que responda que fue el naturalista inglés que descubrió que los humanos descendemos de los monos. En 1871 se publicó la segunda de las obras más conocidas de Darwin, La descendencia del hombre, en la que aplicaba a la evolución humana los principios descritos previamente en El origen de las especies. El 22 de marzo de ese año apareció una famosa caricatura en la que aparecía la cabeza del propio científico sobre el cuerpo de un simio. Le siguieron muchas otras, pero un año antes, en España, en 1870, apareció por primera vez la etiqueta del Anís del Mono, un licor que aún hoy se consume, en la que se retrata a un simio con cabeza humana -¿el propio Darwin?- agarrando un rollo de papel en el que se lee: “Es el mejor. Lo dice la ciencia y yo no miento”.
De hecho, Darwin no sólo nunca propuso que los humanos descendieran de los monos, sino que la propia idea es errónea. Por alguna razón, 150 años después, la obra del padre de la teoría de la evolución sigue siendo una de las más incomprendidas de la historia de la ciencia.